El padre de la peta fue el ingeniero Ferdinand Porsche quien concibió este proyecto en el año 1930. Al especialista se le ocurrió la genial idea de crear un vehículo versátil, sencillo, duradero y económico, accesible para el público en general de aquella época complicada que poco a poco se aproximaba a la segunda guerra mundial y al dominio Nazi.
Como todo soñador, Ferdinand presentó su
idea en importantes constructoras de la época. Fue más el desgaste mental y
físico a los que se vio sometido que los resultados a favor de su plan; sin
embargo, su pensamiento llegó a las manos del líder del partido nacionalista
obrero, Adolf Hitler a
quien le cayó como anillo al dedo, ya que entre sus muchos planes soñaba que
los habitantes de la Alemania Nazi estuvieran motorizados. Finalmente fue el
mismo Führer quien
dio el visto bueno para la construcción del primer prototipo.
Luego de varios intentos, en 1936 fue presentado el prototipo
definitivo, algo robusto, y que contó con un motor de 2 tiempos, pistones
doblados, cuatro cilindros contrapuestos, potencia de 23.5 cv y lo mejor de
todo sin radiador, enfriado por aire. Para 1937 se lanzó el tercer y último
prototipo de pruebas el cual originó que en 1938 se comenzaran a producir en
masa para la venta en general. El serie 38 se presentó como el "carro del
pueblo" y se encargaron más de 336 mil unidades; los sucesos que
desencadenaron la segunda guerra obligaron a detener el proyecto y el
escarabajo fue destinado exclusivamente para cumplir funciones militares.